miércoles, 26 de septiembre de 2012

Leyes y Principios que rigen el proceso de Acondicionamiento Físico.



Principios Fundamentales del Acondicionamiento Físico



La teoría del entrenamiento ha presentado de forma generalizada una serie de principios que rigen la metodología, planificación, organización, desarrollo y control de todo proceso de entrenamiento.

La bibliografía sobre entrenamiento presenta diferentes variaciones en lo que a la denominación de los mismos se refiere así como a su número.

Aquí os dejo la clasificación de los mismos planteados por Navarro (1994, cit. por García y col., 1996), que los divide en principios biológicos y en principios pedagógicos. Trataremos los primeros puesto que son los que afectan a los procesos de adaptación orgánica del sujeto, mientras que los segundos, son los que incluyen la metodología empleada durante el proceso de entrenamiento o de acondicionamiento físico.
 


PRINCIPIOS BIÓLOGICOS.

1. PRINCIPIO DE LA UNIDAD FUNCIONAL.

Cuando se inicia o se desarrolla un proceso de entrenamiento, de acondicionamiento físico, hay que tener en cuenta que el organismo funciona como un todo, que el organismo, independientemente del tipo de estimulación que recibe, tiene una respuesta de tipo general.

Cada uno de los órganos y sistemas del sujeto que entrena, están interrelacionados, hasta el punto que el fallo de cualquiera de ellos hace imposible la continuidad del proceso.

Debemos tener presente que el desarrollo de las distintas capacidades físicas, y con ellas, la de los sistemas que llevan asociados (cardiorespiratorio, nervioso, endocrino, de producción de energía, etc.) no debe realizarse de forma escalonada, si no de forma simultanea y paralela. De tal forma, tendremos en cuenta que, con una carga de entrenamiento concreta se puede estar influyendo positivamente en una capacidad y el sistema funcional que lleva asociado, pero no podemos olvidar el resto de posibles influencias y consecuencias (positivas o negativas) que para las otras capacidades y sistemas tiene esa carga concreta.

Señalaremos que el predominio o énfasis sobre uno u otro sistema y capacidad, deberá estar de acuerdo con el nivel de rendimiento del sujeto, de la época del proceso en la que nos encontremos y de los objetivos que queramos conseguir.

2. PRINCIPIO DE LA MULTILATERALDAD.

El proceso de entrenamiento trata de abarcar simultáneamente todos los factores del entrenamiento, por que se tiene constancia de que con una preparación multifacética se consiguen mejores resultados.

            Kohlransch (cit. por Alvarez, 1983), realizó un estudio con dos grupos de jóvenes, uno entrenó específicamente la velocidad, el otro grupo trabajo la fuerza, velocidad y resistencia. Los resultados conseguidos señalaban al grupo que realizó una preparación multilateral con mejores resultados incluso en velocidad con relación al grupo que la trabajo exclusivamente. De esta experiencia concluyo que:

“ El entrenamiento multilateral es una de las condiciones básicas para la formación de un mayor número de conductas motrices”.

            García y col. (1996), señalan que:

            “Según algunos autores, está demostrado que con una preparación multifacética, en ocasiones, se consiguen mejores resultados, ya que el deportista domina una mayor cantidad de movimientos, tiene un mayor dominio de sus conductas motrices y, en consecuencia, está en disposición de asimilar las técnicas y los métodos de entrenamiento más complicados partiendo del principio de que los aprendizajes nacen sobre la base de los ya adquiridos”.

Como consecuencia, debemos considerar la conveniencia de un trabajo multilateral en los inicios de un proceso de acondicionamiento físico, donde la mejora de  todas las capacidades se realicen de forma armónica, equilibrada y simultánea, aunque teniendo en cuenta el objetivo final.

Los diferentes autores señalan este principio como incuestionable en los inicios de un proceso de entrenamiento, o con principiantes, pero a medida que se progresa en el proceso de entrenamiento, las modificaciones que se producen a causa del mismo son cada vez mas diferenciadas, tienen lugar a distintos niveles funcionales, tienen un carácter mas dirigido hacia los objetivos propuestos, de tal forma que para progresar en los rendimientos del sujeto, una vez formado, es necesaria una especificidad en el proceso de entrenamiento.

Este principio justifica la presencia del acondicionamiento físico general en el proceso de entrenamiento.

Por último señalar como indican García y col. (1996):

 “La diferencia existente entre entrenamiento multilateral y entrenamiento polideportivo, en cuanto que el desarrollo armónico de todos los órganos y sistemas no implica el aprendizaje de técnicas deportivas muy diferenciadas y en ocasiones de escasa o nula transferencia”.

3. PRINCIPIO DE LA ESPECIFICIDAD.

Cuando llevamos a cabo un proceso de entrenamiento, debemos tener en cuenta, tanto la necesidad de sentar las bases de dicho entrenamiento a través del desarrollo de todas las capacidades físicas, como la de desarrollar las capacidades específicas de acuerdo con las características particulares que tienen cada actividad o deporte concreto.

Justifica la presencia del acondicionamiento físico específico en el proceso de entrenamiento orientado hacia una actividad concreta.

Podemos encontrar actividades, deportes, con una preparación física con necesidades parecidas, pero siempre tienen una técnica específica, la utilización de un objeto, móvil, etc., que los distingue y señala unas diferencias que es necesario especificar en el proceso de preparación hacia las mismas.

En definitiva, las modificaciones funcionales que se producen en el organismo gracias al entrenamiento deben tener un objetivo perfectamente determinado que las hace singulares.

4. PRINCIPIO DE LA CONTINUIDAD.

Ya hemos mencionado que una sesión, clase o práctica de actividad física muy distante de otro no tendrá ningún efecto positivo en el proceso de adaptación al ejercicio, ya que no será posible conseguir el efecto de supercompensación por haberse perdido los efectos de la sesión anterior.

De tal manera, para el desarrollo de las capacidades físicas es necesario una preparación continuada. Esta demostrado que todo esfuerzo que se interrumpe por un periodo de tiempo prolongado no produce mejora funcional, puesto que no da lugar a adaptaciones.

Es importante que los periodos de descanso, de recuperación, sean tales que permitan aplicar un nuevo estímulo cuando aún se esté en fase de supercompensación, de forma que consigamos un aumento progresivo del nivel funcional del sujeto entrenado.

Será importante tener en cuenta que los periodos de inactividad durante el proceso de acondicionamiento físico deben reducirse a los mínimos posibles, al tiempo que se debe procurar, cuando así sea posible, que los descansos sean realizados de forma activa.

Esto no quiere decir, que no se deba recuperar y descansar, ya sabemos, que cuando el sujeto no ha descansado lo suficiente y no ha recuperado lo necesario tras la realización de un esfuerzo, tampoco permitimos la fase de supercompensación y entonces el nivel funcional desciende.

5. PRINCIPIO DE SOBRECARGA.

Este principio señala la necesidad de utilizar cargas de entrenamiento que estén acorde con las características individuales y con el momento del proceso de acondicionamiento físico, de forma que siempre cumplan éstas con lo que señala la ley del umbral, o ley de Schultz-Arnodt.

En definitiva, que la carga que se utilice este acorde con el umbral de cada sujeto, y que será necesario atender a los diferentes umbrales que el sujeto va a tener a lo largo del proceso, a las variaciones que sufra. Teniendo en cuenta que el incremento del rendimiento es consecuencia de la asimilación de estímulos sucesivamente crecientes, que el sujeto que se entrena se vaya adaptando a esfuerzos mas grandes en cantidad, volumen, y en calidad, intensidad.

Se indica sobre la base de este principio que, si bien en los primeros años de entrenamiento, las cargas en volumen son las dominantes, aumentando progresivamente e influyendo mucho en el rendimiento, cuando los sujetos van mejorando su nivel de capacidades, la importancia del volumen va disminuyendo y toma importancia el componente intensidad.

6. PRINCIPIO DE LA INDIVIDULIDAD.

Para el desarrollo del proceso de acondicionamiento físico deben tenerse en cuenta las características morfológicas, fisiológicas y funcionales específicas del sujeto que lo lleva a cabo. Cada sujeto es un todo con características muy distintas, antropométricamente, funcionalmente, psicologicamente, etc.

Esto explica las diferentes reacciones de los sujetos a las mismas cargas de entrenamiento, y ya no solo en diferentes sujetos, si no del mismo sujeto en diferentes periodos de tiempo.

En nuestro trabajo deberemos considerar y tener en cuenta, la edad biológica, el género, estado de salud, experiencias previas de entrenamiento o actividad física, nivel de rendimiento, herencia, ambiente, nutrición, motivación, maduración, etc., para lograr que cada sujeto tenga su entrenamiento.


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