Principios Fundamentales del Acondicionamiento Físico
La teoría del entrenamiento ha presentado de forma
generalizada una serie de principios que rigen la metodología, planificación,
organización, desarrollo y control de todo proceso de entrenamiento.
La
bibliografía sobre entrenamiento presenta diferentes variaciones en lo que a la
denominación de los mismos se refiere así como a su número.
Aquí os dejo la clasificación de
los mismos planteados por Navarro (1994, cit. por García y col.,
1996), que los divide en principios biológicos y en principios pedagógicos.
Trataremos los primeros puesto que son los que afectan a los procesos de adaptación orgánica del
sujeto, mientras que los segundos, son los que incluyen la metodología empleada
durante el proceso de entrenamiento o de acondicionamiento físico.
PRINCIPIOS BIÓLOGICOS.
1. PRINCIPIO DE LA UNIDAD FUNCIONAL.
Cuando se inicia o se desarrolla un
proceso de entrenamiento, de acondicionamiento físico, hay que tener en cuenta
que el organismo funciona como un todo, que el organismo, independientemente
del tipo de estimulación que recibe, tiene una respuesta de tipo general.
Cada uno de los órganos y sistemas
del sujeto que entrena, están interrelacionados, hasta el punto que el fallo de
cualquiera de ellos hace imposible la continuidad del proceso.
Debemos tener presente que el
desarrollo de las distintas capacidades físicas, y con ellas, la de los
sistemas que llevan asociados (cardiorespiratorio, nervioso, endocrino, de
producción de energía, etc.) no debe realizarse de forma escalonada, si no de
forma simultanea y paralela. De tal forma, tendremos en cuenta que, con una
carga de entrenamiento concreta se puede estar influyendo positivamente en una
capacidad y el sistema funcional que lleva asociado, pero no podemos olvidar el
resto de posibles influencias y consecuencias (positivas o negativas) que para
las otras capacidades y sistemas tiene esa carga concreta.
Señalaremos que el predominio o
énfasis sobre uno u otro sistema y capacidad, deberá estar de acuerdo con el
nivel de rendimiento del sujeto, de la época del proceso en la que nos
encontremos y de los objetivos que queramos conseguir.
2. PRINCIPIO DE LA MULTILATERALDAD.
El proceso de entrenamiento trata de
abarcar simultáneamente todos los factores del entrenamiento, por que se tiene
constancia de que con una preparación multifacética se consiguen mejores
resultados.
Kohlransch (cit. por Alvarez,
1983), realizó un estudio con dos grupos de jóvenes, uno entrenó
específicamente la velocidad, el otro grupo trabajo la fuerza, velocidad y
resistencia. Los resultados conseguidos señalaban al grupo que realizó una
preparación multilateral con mejores resultados incluso en velocidad con
relación al grupo que la trabajo exclusivamente. De esta experiencia concluyo
que:
“ El
entrenamiento multilateral es una de las condiciones básicas para la formación
de un mayor número de conductas motrices”.
García y col. (1996), señalan
que:
“Según algunos autores,
está demostrado que con una preparación multifacética, en ocasiones, se
consiguen mejores resultados, ya que el deportista domina una mayor cantidad de
movimientos, tiene un mayor dominio de sus conductas motrices y, en
consecuencia, está en disposición de asimilar las técnicas y los métodos de
entrenamiento más complicados partiendo del principio de que los aprendizajes
nacen sobre la base de los ya adquiridos”.
Como consecuencia, debemos
considerar la conveniencia de un trabajo multilateral en los inicios de un
proceso de acondicionamiento físico, donde la mejora de todas las capacidades se realicen de forma armónica,
equilibrada y simultánea, aunque teniendo en cuenta el objetivo final.
Los diferentes autores señalan este
principio como incuestionable en los inicios de un proceso de entrenamiento, o
con principiantes, pero a medida que se progresa en el proceso de
entrenamiento, las modificaciones que se producen a causa del mismo son cada
vez mas diferenciadas, tienen lugar a distintos niveles funcionales, tienen un
carácter mas dirigido hacia los objetivos propuestos, de tal forma que para
progresar en los rendimientos del sujeto, una vez formado, es necesaria una
especificidad en el proceso de entrenamiento.
Este principio justifica la
presencia del acondicionamiento físico general en el proceso de entrenamiento.
Por último señalar como indican García
y col. (1996):
“La diferencia existente entre entrenamiento
multilateral y entrenamiento polideportivo, en cuanto que el desarrollo
armónico de todos los órganos y sistemas no implica el aprendizaje de técnicas
deportivas muy diferenciadas y en ocasiones de escasa o nula transferencia”.
3. PRINCIPIO DE LA ESPECIFICIDAD.
Cuando llevamos a cabo un proceso de
entrenamiento, debemos tener en cuenta, tanto la necesidad de sentar las bases
de dicho entrenamiento a través del desarrollo de todas las capacidades
físicas, como la de desarrollar las capacidades específicas de acuerdo con las
características particulares que tienen cada actividad o deporte concreto.
Justifica la presencia del
acondicionamiento físico específico en el proceso de entrenamiento orientado
hacia una actividad concreta.
Podemos encontrar actividades,
deportes, con una preparación física con necesidades parecidas, pero siempre
tienen una técnica específica, la utilización de un objeto, móvil, etc., que
los distingue y señala unas diferencias que es necesario especificar en el
proceso de preparación hacia las mismas.
En definitiva, las modificaciones
funcionales que se producen en el organismo gracias al entrenamiento deben
tener un objetivo perfectamente determinado que las hace singulares.
4. PRINCIPIO DE LA CONTINUIDAD.
Ya hemos mencionado que una sesión,
clase o práctica de actividad física muy distante de otro no tendrá ningún
efecto positivo en el proceso de adaptación al ejercicio, ya que no será
posible conseguir el efecto de supercompensación por haberse perdido los
efectos de la sesión anterior.
De tal manera, para el desarrollo de
las capacidades físicas es necesario una preparación continuada. Esta
demostrado que todo esfuerzo que se interrumpe por un periodo de tiempo
prolongado no produce mejora funcional, puesto que no da lugar a adaptaciones.
Es importante que los periodos de
descanso, de recuperación, sean tales que permitan aplicar un nuevo estímulo
cuando aún se esté en fase de supercompensación, de forma que consigamos un
aumento progresivo del nivel funcional del sujeto entrenado.
Será importante tener en cuenta que
los periodos de inactividad durante el proceso de acondicionamiento físico
deben reducirse a los mínimos posibles, al tiempo que se debe procurar, cuando
así sea posible, que los descansos sean realizados de forma activa.
Esto no quiere decir, que no se deba
recuperar y descansar, ya sabemos, que cuando el sujeto no ha descansado lo
suficiente y no ha recuperado lo necesario tras la realización de un esfuerzo,
tampoco permitimos la fase de supercompensación y entonces el nivel funcional
desciende.
5. PRINCIPIO DE SOBRECARGA.
Este principio señala la necesidad
de utilizar cargas de entrenamiento que estén acorde con las características individuales
y con el momento del proceso de acondicionamiento físico, de forma que siempre
cumplan éstas con lo que señala la ley del umbral, o ley de Schultz-Arnodt.
En definitiva, que la carga que se
utilice este acorde con el umbral de cada sujeto, y que será necesario atender
a los diferentes umbrales que el sujeto va a tener a lo largo del proceso, a
las variaciones que sufra. Teniendo en cuenta que el incremento del rendimiento
es consecuencia de la asimilación de estímulos sucesivamente crecientes, que el
sujeto que se entrena se vaya adaptando a esfuerzos mas grandes en cantidad,
volumen, y en calidad, intensidad.
Se indica sobre la base de este
principio que, si bien en los primeros años de entrenamiento, las cargas en
volumen son las dominantes, aumentando progresivamente e influyendo mucho en el
rendimiento, cuando los sujetos van mejorando su nivel de capacidades, la
importancia del volumen va disminuyendo y toma importancia el componente
intensidad.
6. PRINCIPIO DE LA INDIVIDULIDAD.
Para el desarrollo del proceso de
acondicionamiento físico deben tenerse en cuenta las características
morfológicas, fisiológicas y funcionales específicas del sujeto que lo lleva a
cabo. Cada sujeto es un todo con características muy distintas, antropométricamente,
funcionalmente, psicologicamente, etc.
Esto explica las diferentes
reacciones de los sujetos a las mismas cargas de entrenamiento, y ya no solo en
diferentes sujetos, si no del mismo sujeto en diferentes periodos de tiempo.
En nuestro trabajo deberemos
considerar y tener en cuenta, la edad biológica, el género, estado de salud,
experiencias previas de entrenamiento o actividad física, nivel de rendimiento,
herencia, ambiente, nutrición, motivación, maduración, etc., para lograr que
cada sujeto tenga su entrenamiento.
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